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COLEGIO JESÚS MARÍA 

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El 14 de agosto de 1924, Madre Josefa María se traslada desde La Calera, con dos novicias, para hacerse cargo de la casa de la calle 9 de Julio  660, en la ciudad de Córdoba, con el fin de abrir allí un nuevo Colegio de Jesús María.

La Madre María de la Esperanza, acompañó a la comunidad como Superiora, los tres primeros años.  El número de religiosas se fue completando y ya en 1927, con Madre Eulalia Artal al frente de la comunidad,  eran quince las religiosas que la conformaban.

Se inscriben 70 alumnas, además de las que siguen los cursos particulares de Cruz Roja, Puericultura, Corte y Confección, Bordado, Repujado y Cocina. En 1925, se adquiere una casa más espaciosa y de construcción más sólida en la Av. Vélez Sarsfield 360. El número de alumnas matriculadas se duplica y cada año va aumentando progresivamente.

Con fecha 11 de junio de 1930, se comunica por nota oficial, la incorporación del Colegio a las escuelas de la Provincia de Córdoba.

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Y el Colegio crecía... en 1937 se abre la inscripción para las alumnas que se formarían como Maestras Normales.

Para 1947 el Colegio ya cuenta con 507 alumnas.

En abril de 1950 se hace la primera escritura de la propiedad contigua al contrafrente de la casa.

El Señor bendice esta fundación con vocaciones que se han despertado en nuestras alumnas.  A Yolanda Verde, que fue la primera en responder al llamado de Dios para consagrarle su vida, le sucedieron  Elena Torres, Elvira Damiano, y en años más recientes: Patricia Joseau, Ruth María Otero, Alejandra Díaz, Ana Torres, Belén Buteler y  María Dolores Molina y Belén Rossi. El fervor y la alegría de estas jóvenes que desean consagrar su vida al Señor, nos comprometen a una mayor fidelidad y a orar por su perseverancia.

También es notable el aumento de alumnas en el curso de esta década, entre los años 1948 y 1958, que fue ascendiendo sin pausa hasta llegar a 950 niñas.

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Edificio del Colegio en calle Vélez Sarsfield 360

El 22 de agosto de 1962, se firma el boleto de compra-venta de un nuevo terreno, sobre la ruta a Carlos Paz. Este mismo año, en solemne ceremonia, se coloca la piedra fundamental  de las futuras instalaciones del Colegio.

Y mientras en 1970 el nuevo edificio se comienza a construir en la calle Vieytes del Barrio Avenida, las secciones  de Primaria y Secundaria funcionan en las propiedades de las calles Vélez Sarsfield y Belgrano. Para 1984, el alumnado entre ambas secciones, supera ampliamente el número de mil niñas.

Edificio de calle Vieytes. Construcción del salón

En la vida de un colegio, todo en él está en función de la misión apostólica. Hay preocupación por el perfeccionamiento de la enseñanza: reuniones del personal docente para estudiar temas interesantes y de actualidad, asistencia del alumnado a eventos culturales, celebraciones conmemorativas de las fiestas importantes de la Congregación, alegría y gratitud que se manifiestan ante el gozo de ver a Claudina Thévenet en los altares después de su canonización en 1993.   

El nuevo colegio de la calle Vieytes, fue el terreno propicio para la adaptación necesaria, cuya meta era una educación de calidad. Había que pensar en espacios donde el alumnado pudiera practicar deportes y actividades al aire libre,  organizar un gabinete de química y biología, adecuado para la observación y experimentación, en la amplitud de un Salón-Capilla, con capacidad para una población escolar en creciente aumento. Todo esto fue el fruto de una tarea incesante, con la participación de todos los integrantes de la comunidad. 

En el mismo año en que celebramos la canonización de nuestra Madre fundadora,  la conducción del Colegio afronta un nuevo desafío, ante la Reforma Educativa implementada por la Ley Federal de Educación.  Es necesario incrementar el cuerpo de profesores y la capacitación del personal docente. Todo esto sin olvidar que mucho tiempo antes, se había creado el Bachillerato Humanista.

proyecto de comunicación  institucional                                                

En 1997 se incorporaron los varones a las aulas de nuestra Institución.

Y llegamos así al año 1999, con la gozosa celebración del 75º aniversario de la fundación del Colegio. Es un reencuentro con los orígenes de su pasado, con largos años de vida ricos en experiencias, que lo preparan para enfrentar un futuro abierto a toda clase de expectativas. 

Hoy, mientras transitamos ya el siglo XXI,  sentimos fuertemente que el carisma fundacional de Jesús-María continúa plenamente vigente. Nuestro querido Colegio de Córdoba sigue haciendo camino.   Orgullosos de nuestra historia enfrentamos los nuevos desafíos, con una mirada esperanzadora hacia el futuro.

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